Los perros son animales muy comunicativos y el ladrido es una de las formas en las que se expresan. Sin embargo, en algunos casos, los perros pequeños pueden ladrar en exceso, lo que puede resultar molesto tanto para el dueño como para las personas que lo rodean. En este artículo, te daremos algunos consejos sobre qué puedes hacer para evitar que tu perro pequeño ladre en exceso y así mejorar la convivencia.
1. Identificar la causa del ladrido
Antes de comenzar cualquier tipo de entrenamiento o tratamiento, es importante identificar la causa del ladrido de tu perro. Algunas de las causas más comunes pueden ser el aburrimiento, la ansiedad, el miedo, la territorialidad, entre otros. Observa el comportamiento de tu perro y trata de identificar qué situaciones o estímulos lo llevan a ladrar en exceso.
2. Proporcionar ejercicio y estimulación mental
Muchas veces, el exceso de ladridos en los perros se debe a la falta de actividad física y mental. Asegúrate de que tu perro reciba suficiente ejercicio diario y juegos que estimulen su mente. Paseos regulares, juegos de olfato, juguetes interactivos y entrenamiento son actividades que pueden ayudar a mantener a tu perro ocupado y disminuir su necesidad de ladrar.
3. Enseñar comandos de silencio
Enseñarle a tu perro pequeño comandos básicos como «silencio» o «callado» puede ser de gran ayuda para controlar su ladrido. Utiliza recompensas positivas como premios o elogios cada vez que obedezca el comando. De esta manera, el perro asociará la orden con una recompensa y aprenderá a permanecer en silencio cuando se lo indiques.
4. Evitar reforzar el ladrido
Es importante evitar reforzar el comportamiento de ladrido de tu perro sin darte cuenta. Por ejemplo, si tu perro ladra cuando alguien toca el timbre de la puerta y te apresuras a abrir, estarás reforzando su creencia de que el ladrido es lo que provoca que alguien abra la puerta. En su lugar, espera a que tu perro se calme y luego abre la puerta. Así, tu perro aprenderá que el ladrido no es efectivo para obtener lo que quiere.
5. Controlar el entorno
Si identificas que hay situaciones o estímulos específicos que provocan el ladrido de tu perro pequeño, intenta controlar su entorno para minimizar esas causas. Por ejemplo, si tu perro ladra mucho cuando ve a otros perros a través de la ventana, puedes cerrar las cortinas o mover a tu perro a otra habitación donde no pueda ver a los demás perros.
6. Considerar la socialización
La socialización es clave para que tu perro aprenda a relacionarse de manera positiva con otras personas y animales. Si tu perro pequeño no ha sido correctamente socializado, es posible que ladre en exceso por miedo o ansiedad cuando se encuentra en situaciones nuevas o en presencia de extraños. Considera seguir el enlace «Cómo socializar a tu perro pequeño para una vida feliz» para obtener más información sobre cómo socializar a tu perro.
Pasos para enseñarle a ladrar a tu perro:
- Captura el Comportamiento Deseado
Aprovecha situaciones en las que tu perro esté naturalmente excitado, como cuando sostienes una pelota o tocas el timbre. Antes de que ladre, introduce la orden que deseas enseñarle. Recompénsalo con una golosina cuando obedezca y ladre según lo ordenado. La consistencia es clave para asociar la orden con la vocalización.
- Usa Estímulos Atractivos
Frustra amigablemente a tu perro, por ejemplo, haciendo rebotar una pelota fuera de su alcance detrás de una puerta para bebés. Luego, da la orden y recompensa al perro con el premio del juego. Repite este proceso, reduciendo gradualmente las golosinas a medida que tu perro asimile la orden.
- Elige una Orden o Palabra Específica
Aunque «hablar» es una orden común, ten en cuenta que los perros no conocen inherentemente esa palabra. Puedes inventar tu propia palabra o frase para enseñarle a tu perro a ladrar cuando se lo indiques, o simplemente usar el comando «hablar».
- Duración del Entrenamiento
Cada perro es único, y el tiempo para que aprenda a ladrar varía. Según expertos como McGonigal, unas pocas sesiones deberían mostrar resultados. La constancia en las sesiones de entrenamiento y la relación previa de entrenamiento entre el humano y el perro son factores clave.
- Desentrenar el Comportamiento
Entrenar demasiado bien a tu perro para que hable puede ser un problema. Desentrenar dependerá del perro, aplicando principios similares pero recompensando el silencio con una orden específica para «silencio».
- Evita Gritar
Nunca grites a tu perro cuando ladre, ya que refuerza el comportamiento. Identifica el estímulo que provoca el ladrido inapropiado y elimínalo o retira al perro del estímulo. La atención positiva refuerza comportamientos deseados más eficazmente.
Buscar ayuda profesional
Si has intentado todas estas estrategias y el ladrido de tu perro pequeño no disminuye, o aún no te hace caso, es posible que necesites buscar ayuda profesional. Un adiestrador de perros o un veterinario especializado en comportamiento canino pueden evaluar la situación y proporcionarte técnicas y consejos personalizados para controlar el ladrido de tu perro.
Conclusión
El ladrido excesivo de un perro puede ser un desafío para los dueños, pero con paciencia, entrenamiento y comprensión de las causas subyacentes, es posible remediar este comportamiento no deseado. Recuerda que cada perro es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro, por lo que es importante adaptar las estrategias a las necesidades específicas de tu perro.
Referencias:
Si deseas obtener más información sobre el cuidado de tu perro pequeño, te recomendamos visitar los siguientes enlaces relevantes:
– «Los mejores alimentos para perros pequeños: nutrición óptima»
– «Entendiendo el comportamiento de los perros pequeños»
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