Si tienes un perro pequeño, seguramente te habrás preguntado cómo enseñarle a hacer sus necesidades afuera de la casa. Esta es una de las habilidades más importantes que debe aprender tu mascota, ya que no solo te ahorrará limpiar sus desechos dentro de tu hogar, sino que también mejorará su salud y su bienestar.
Sin embargo, educar a un perro pequeño a hacer sus necesidades afuera no es una tarea fácil. Requiere de paciencia, constancia y refuerzo positivo. Además, debes tener en cuenta las características propias de tu perro, como su edad, su raza, su personalidad y sus hábitos.
En este artículo, te daremos algunos consejos prácticos para enseñar a tu perro pequeño a hacer sus necesidades afuera, basados en la experiencia de expertos en adiestramiento canino y en la información de fuentes confiables. Sigue leyendo y descubre cómo lograr que tu perro sea limpio y feliz.
¿A qué edad puede un perro pequeño empezar a hacer sus necesidades afuera?
Antes de empezar el entrenamiento para ir al baño, debes saber que los perros pequeños tienen una capacidad limitada para controlar sus esfínteres. Esto significa que no pueden aguantar mucho tiempo sin hacer sus necesidades, y que pueden tener accidentes involuntarios si no les das la oportunidad de salir.
Los perros pequeños pueden empezar a aprender a hacer sus necesidades afuera a partir de los 3 o 4 meses de edad. Sin embargo, esto depende de cada perro y de su desarrollo físico y mental. Algunos perros pueden tardar más tiempo en madurar y en asimilar el entrenamiento.
Por eso, no debes presionar ni castigar a tu perro si no logra hacer sus necesidades afuera desde el principio. Recuerda que se trata de un proceso gradual y que cada perro tiene su propio ritmo. Lo importante es ser paciente y persistente, y celebrar cada avance que haga tu perro.
¿Cómo establecer una rutina para salir al baño?
Una de las claves para enseñar a tu perro pequeño a hacer sus necesidades afuera es establecer una rutina de salidas. Esto le ayudará a entender cuándo y dónde debe aliviarse, y a regular su organismo para adaptarse a esos horarios.
Para crear una rutina de salidas, debes tener en cuenta los momentos del día en que tu perro tiene más probabilidades de hacer sus necesidades. Estos son:
- Después de despertarse por la mañana o de una siesta.
- Después de comer o beber agua.
- Después de jugar o hacer ejercicio.
- Antes de irse a dormir por la noche.
Además, debes considerar la frecuencia con la que tu perro necesita salir al baño. Esto dependerá de su edad, su tamaño, su alimentación y su salud. Por lo general, los perros pequeños necesitan salir más seguido que los grandes, ya que tienen una vejiga más pequeña.
Tabla orientativa según la edad del perro
| Edad del perro | Frecuencia de salidas |
|---|---|
| 8-10 semanas | Cada 30-60 minutos |
| 11-14 semanas | Cada 1-3 horas |
| 15-16 semanas | Cada 3-4 horas |
| 17-24 semanas | Cada 4-5 horas |
| Más de 6 meses | Cada 6-8 horas |
Ten en cuenta que estos son valores aproximados y que pueden variar según cada perro. Lo ideal es que observes a tu perro y aprendas a reconocer las señales que te indica cuando quiere salir al baño. Algunas de estas señales son:
- Olfatear el suelo o dar vueltas.
- Rascar la puerta o el piso.
- Ladrar o gemir.
- Inquietarse o ponerse nervioso.
Cuando veas estas señales, llévalo inmediatamente afuera y elógialo cuando haga sus necesidades. Así le estarás enseñando que esa es la conducta correcta y que tiene una recompensa.
¿Cómo elegir el lugar adecuado para hacer sus necesidades?
Los perros son animales que se guían por el olfato, y que tienden a repetir sus hábitos en los lugares donde se sienten cómodos y seguros.
Por eso, debes escoger un lugar que sea tranquilo, limpio y accesible, donde tu perro pueda hacer sus necesidades sin distracciones ni interrupciones. Puede ser un área verde cerca de tu casa, un parque, una plaza o una esquina. Lo importante es que sea un lugar que tu perro asocie con el baño y que le guste.
Para ayudar a tu perro a identificar el lugar, puedes usar algunos trucos, como:
- Llevarlo siempre por el mismo camino y al mismo sitio.
- Usar una palabra clave o una orden, como “pis” o “caca”, cuando llegues al lugar.
- Colocar una hoja de periódico o un empapador en el lugar, para que tu perro reconozca el olor.
- Dejar que tu perro huela las heces o la orina de otros perros, para estimular su instinto.
Cuando tu perro haga sus necesidades en el lugar elegido, no olvides felicitarlo y premiarlo con una golosina, una caricia o un juego. Así le estarás motivando a seguir haciéndolo en ese lugar y a no ensuciar otros sitios.
¿Cómo corregir los accidentes dentro de la casa?
A pesar de seguir estos consejos, es posible que tu perro pequeño tenga algunos accidentes dentro de la casa. Esto es normal y forma parte del proceso de aprendizaje. No debes enfadarte ni castigar a tu perro por ello, ya que solo conseguirás asustarlo y confundirlo.
Lo que debes hacer es:
- Interrumpir a tu perro si lo ves haciendo sus necesidades dentro de la casa. Puedes decirle “no” con firmeza, pero sin gritar ni pegarle. Luego, llévalo al lugar donde debe hacerlo y prémialo si lo hace.
- Limpiar bien el lugar donde tu perro hizo sus necesidades dentro de la casa. Usa productos específicos para eliminar el olor y evitar que tu perro vuelva a hacerlo ahí. No uses lejía ni amoniaco, ya que pueden atraer a tu perro en lugar de repelerlo.
- Ignorar a tu perro si encuentras sus desechos dentro de la casa después de un tiempo. No le regañes ni le restriegues la nariz en ellos, ya que no entenderá por qué lo haces y se sentirá mal. Simplemente, limpia el lugar y sigue con la rutina.
¿Cómo reforzar el aprendizaje de tu perro?
El último consejo para enseñar a tu perro pequeño a hacer sus necesidades afuera es reforzar su aprendizaje con refuerzo positivo. Esto significa premiar las conductas deseadas y evitar las indeseadas, sin recurrir al castigo ni a la violencia.
El refuerzo positivo es la mejor forma de educar a un perro, ya que le ayuda a asociar lo que hace con una consecuencia positiva o negativa. Así, el perro aprende a repetir lo que le da beneficios y a evitar lo que le da problemas.
Para aplicar el refuerzo positivo, debes:
- Usar premios que le gusten a tu perro, como golosinas, juguetes o caricias.
- Darle el premio inmediatamente después de que haga sus necesidades afuera, para que relacione la acción con la recompensa.
- Acompañar el premio con palabras de ánimo y afecto, como “muy bien” o “buen chico”.
- Ser consistente y coherente con los premios y las correcciones. No cambies las reglas ni las expectativas según el día o el humor.
- Ser positivo y divertido. Haz del entrenamiento un momento de diversión y complicidad con tu perro.
¿Cómo evitar los errores comunes en el entrenamiento?
Aunque el entrenamiento para hacer sus necesidades afuera es relativamente sencillo, hay algunos errores comunes que debes evitar para que tu perro aprenda de forma efectiva. Algunos de estos errores son:
- Castigar a tu perro por hacer sus necesidades dentro de la casa. Como ya hemos mencionado, esto solo conseguirá asustarlo y confundirlo. En lugar de castigarlo, debes premiarlo cuando haga sus necesidades afuera.
- No ser constante en la rutina de salidas. Si no llevas a tu perro afuera con la frecuencia necesaria, o si cambias los horarios o los lugares sin previo aviso, tu perro se sentirá inseguro y no sabrá qué hacer.
- No limpiar bien los accidentes dentro de la casa. Si no eliminas el olor y las manchas de los desechos de tu perro, él volverá a hacer sus necesidades ahí porque lo considerará un lugar adecuado.
- No ser paciente ni persistente. El entrenamiento para ir al baño puede tardar semanas o incluso meses en completarse, dependiendo del perro. Si te rindes antes de tiempo o si te frustras con facilidad, tu perro lo notará y se desmotivará.
¿Qué hacer si mi perro sigue sin aprender?
Si después de varios intentos tu perro pequeño sigue sin aprender a hacer sus necesidades afuera, es posible que necesites ayuda profesional. En este caso, puedes acudir a un adiestrador canino o a un veterinario especializado en comportamiento animal.
Estos profesionales te ayudarán a identificar las causas del problema y a diseñar un plan de entrenamiento personalizado para tu perro. También te darán consejos prácticos para mejorar la relación con tu mascota y para prevenir futuros problemas.
Recuerda que educar a un perro pequeño requiere tiempo, paciencia y dedicación. Pero los resultados valen la pena: tendrás una mascota limpia, feliz y saludable, que te acompañará durante muchos años.
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Gracias por leernos y hasta la próxima. ¡Guau! 
